Presenta problemas respiratorios.
Se ha caído desde una altura considerable.
Manifiesta problemas hepáticos o renales.
U, obstrucciones urinarias.
Observas su estómago hinchado.
Convulsiona o se queda paralizado.
Si hace 1 ó 2 meses estuvo en celo y mancha de color oscuro.
Presenta una piómetra (infección en el útero).
Problemas en el parto.
Prolapso uterino.
Cesáreas.
Desplazamientos de abomaso.
Diarreas neonatales.
Ojos: Si se le sale el globo ocular, presenta derrames o cambios en el color de los ojos.
Oídos: Si tu mascota tiene heridas o se clava una espiga.
Boca: Presenta sangrados, saliva en exceso o tiene bultos extraños.
Cuello: Si manifiesta dolor o rigidez.
Patas: Heridas, cojeras o traumatismos.
Pecho: Dificultades para respirar, cansancio o lesiones o heridas.
Abdomen: Acude a nuestro centro si las heces o el vómito contiene sangre fresca (color rojo) o digerida (color negro) o tenga mucosas.
Zona urogenital: Si tu mascota no orina o la orina presenta sangre. Otro caso urgente es la protrusión del pene.
Zona perianal, periné, ano: SI no puede hacer caca o manifiesta sangrados, fístulas o bultos.
Vemos multitud de dueños que en la calle están muy pendientes de lo que come su mascota y cuando llegan a casa se relajan porque consideran que es un lugar seguro para ellos.
Pero, ¿es seguro nuestro hogar para los perros y los gatos?
Generalmente sí, pero existen una serie de alimentos que pueden resultar tóxicos para nuestro perro como son: el chocolate, las uvas, las pasas, los ajos o los huesos cocidos.
Y, ¿en el caso de los gatos?
También existen alimentos que son tóxicos para ellos como el pescado crudo, el aguacate o el huevo crudo.
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